.. en la evolución humana ha habido una presión evolutiva importante sobre los sistemas inmune y reproductivo. Así, podemos aventurar que nuestros antepasados sufrieron importantes ataques patogénicos, a los que solo sobrevivieron los individuos con un sistema inmune más activo. Pero al mismo tiempo no podemos olvidar que, en ausencia de presión, un sistema inmune demasiado activo es una desventaja, ya que requiere un gran gasto energético y puede llevar a enfermedades autoinmunes.
(Carlos López Otín)
4 de febrero de 2011
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