Estoy sentado y humedecido mecido por mis calores
y las aguas traspasan mis oídos traslúcidos
No aprenderé las palabras que me están rozando
ni desliaré mi lengua de debajo de mis pisadas
Pienso seguir así hasta que el agua se alce
hasta que mi piel desprendida deje sueltos los ríos

(Vicente Aleixandre)



17 de junio de 2012

No le temes al calor, me dice Miguel.
No, le respondo y me digo: si ni siquiera le temo a ella que le vi la cara y vi que no era nada.

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