Estoy sentado y humedecido mecido por mis calores
y las aguas traspasan mis oídos traslúcidos
No aprenderé las palabras que me están rozando
ni desliaré mi lengua de debajo de mis pisadas
Pienso seguir así hasta que el agua se alce
hasta que mi piel desprendida deje sueltos los ríos

(Vicente Aleixandre)



16 de septiembre de 2009

el blanco

es el símbolo de un mundo en el que ha desaparecido el color como cualidad o sustancia material. Ese mundo está tan por encima nuestro que ninguno de sus sonidos nos alcanza, de él sólo nos llega un gran silencio que representado materialmente semeja un muro frío e infranqueable, indestructible e infinito. Por eso el blanco actúa sobre el alma como un gran y absoluto silencio. Interiormente suena como un no-sonido equiparable a aquellas pausas musicales que sólo interrumpen temporalmente el curso de una frase o de un contenido, sin constituir el cierre definitivo de un proceso. No es un silencio muerto sino, por el contrario, lleno de posibilidades. El blanco suena como un silencio que de pronto puede comprenderse.

Es la nada primigenia, la nada anterior al comienzo, al nacimiento. Quizá sea el sonido de la tierra en los tiempos blancos de la era glacial.

(Wassily Kandinsky)

3 comentarios:

Dr. Flasche dijo...

uhmhm...

un contrapunto [o quizás no, júzguelo usted]

http://es.wikipedia.org/wiki/Ruido_blanco

http://en.wikipedia.org/wiki/White_noise

Unknown dijo...

A la vez que leo tu entrada, es decir, un momento despues me llegua un borrador para una publicación de Clara, te transcribo un párrafo. Y digo yo, que quieres que le haga.Son cosas que pasan.

"Alvar Aalto esboza por el contrario un mundo íntimo, lírico y de ensoñación, descubriendo la vida que se esconde
‘al otro lado de los objetos’. En su escrito ‘la mesa blanca’, rememora un espacio como vivencia de su propia
infancia, un tiempo y espacio claves para el arquitecto finlandés, donde aparece el germen de la creatividad. La
mesa blanca, un enorme plano neutro, el más blanco de los blancos, no contiene ninguna receta ni instrucción, es
una circunstancia extraña y única en la que entra en juego la fantasía y capacidad del hombre, la libertad como
respuesta."

Por cierto, el texto trata sobre educación infantil.

a roja dijo...

La blancura no existe.
La amarillez vivísima,
el color rosa naciente,
el incipiente rojo
son como ondas sobrepasándose hasta derribarse en el seno,
donde el día se vierte tumultuosamente.

(V. Aleixandre)