Los poetas demostraron, antes que los psicolingüistas, que todas las palabras suenan en nuestros oídos aunque las leamos en silencio. Después, los estudiosos del lenguaje y del cerebro humano han convenido en que la lectura de un texto va acompañada de una articulación interior, imperceptible. Ellos lo llaman “subvocalización”. Por eso aprender a leer afecta a la forma de percibir las palabras que se oyen. Una vez que sabemos leer no sólo vemos las palabras con sus letras. También las escuchamos con sus sonidos.
Y con los sonidos nos llegan los colores de los fonemas y cuanto sugieren. Las formas que envuelven los vocablos crean también una estética que alcanza a los sentidos del ser humano y puede, como un lienzo, dejar admirados nuestros ojos. Las letras cumplen el papel de colores en la paleta de quien plasma un poema.
(Alex Grijelmo)
27 de noviembre de 2009
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3 comentarios:
ole ahi.. y eso que no soy fans de este hombre
aunque es guapete..
Hay palabras que suenan tan bien que tienen que verse. Como el arcoiris. También hay palabras hermanas, como paz y pan:)) un biquiño:))
qué bueno!!
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