Estoy sentado y humedecido mecido por mis calores
y las aguas traspasan mis oídos traslúcidos
No aprenderé las palabras que me están rozando
ni desliaré mi lengua de debajo de mis pisadas
Pienso seguir así hasta que el agua se alce
hasta que mi piel desprendida deje sueltos los ríos

(Vicente Aleixandre)



13 de enero de 2010

Para los japoneses, por ejemplo, y otros pueblos, a la hora de conservar ese patrimonio, prima ante todo la conservación del lugar, de la forma, del espacio construido, del concepto o idea, antes que los materiales. Así sucede, por ejemplo en el templo sintoísta de madera de Ise, Japón, donde cada veinte años, desde el siglo VII, se viene reconstruyendo exactamente en su mismo modelo. Esta manera de actuar, motivada por la poca perdurabilidad de los materiales de construcción y por la frecuencia de fenómenos naturales destructivos (terremotos, tornados) pero principalmente, en su concepción filosófica y/o religiosa de la vida, en la que asume una gran importancia la interioridad del ser y su íntima relación con el universo que le rodea. De ahí, que para esos pueblos, el elemento intangible, enraizado en la memoria histórica y colectiva, sea considerado como el factor principal perdurable y digno de conservación, en detrimento de la materia.

(Pere de Manuel)

2 comentarios:

Comtessa d´Angeville dijo...

Me gustan estas citas que vas poniendo últimamente (últimamente quiero decir desde la foto del Albardial hasta ahora).

vio le ta dijo...

memoria memoria

recordar
recordar