Estoy sentado y humedecido mecido por mis calores
y las aguas traspasan mis oídos traslúcidos
No aprenderé las palabras que me están rozando
ni desliaré mi lengua de debajo de mis pisadas
Pienso seguir así hasta que el agua se alce
hasta que mi piel desprendida deje sueltos los ríos

(Vicente Aleixandre)



14 de diciembre de 2010

Al salir, entre las dos puertas del estudio, he descubierto una perdiz, una perdiz! He pensado que podría estar desorientada y al tratar de rescatarla, me ha sobrevolado con soltura y ha desaparecido. Me he sentido aliviado. Me ha recordado a cuando siendo muete, en la entrada de la casa de mis padres, se colaba un mochuelo o un erizo. Qué será esto?

2 comentarios:

Dr. Flasche dijo...

pues una señal...

espero que no esté el amo con la escopeta cerca, como en la película...y venga a decirnos:

aún hay tiempo para volar!

Comtessa d´Angeville dijo...

Me acuerdo también de cuando todavía se cuela algún erizo en la casa de mis padres... El invierno pasado llegué a conocerlo cuando fui de vacaciones, mi madre me contaba que oían a los perros ladrar todas las noches y no sabían a qué, al final lo pillaron que entraba a comerse los restos de su comida... Así que empezaron a dejarle un poquito en otro lado, y allí iba él cada noche, e incluso podías acercarte y ni se escondía, se te acercaba él... Un día lo dejaron de ver, después de una nevada, y cuando la nieve se derritió lo encontraron muertito..