Estoy sentado y humedecido mecido por mis calores
y las aguas traspasan mis oídos traslúcidos
No aprenderé las palabras que me están rozando
ni desliaré mi lengua de debajo de mis pisadas
Pienso seguir así hasta que el agua se alce
hasta que mi piel desprendida deje sueltos los ríos

(Vicente Aleixandre)



20 de enero de 2011

Echó a su tierna luz el sol,
dormido y entre sus brazos polvorientos,
y entre la copa azul recorta nidos
de pájaros sedientos.
Por la tristeza van callándose,
camino abajo los almendros;
de tanta soledad, plegándose
los montes sobre el suelo.
Hermana, tierra amiga, cuerpo seco,
donde clamo mis pasos y mis dedos.
Hermana, tierra amiga, cuerpo seco,
donde duelen las zarzas y los muertos.
De contraluz perfilo siete casas
con sus colores esqueleto:
ventanas y postigos y atalayas
pobladas de lamentos.
Es hondo tu silencio de olivares,
hondo el ocaso entre tus huesos;
hermosa hasta en el cierzo y en el hambre
y en el oscuro verso.
Hermana, tierra amiga, cuerpo seco,
donde ladran los perros y los vientos.
Hermana, tierra amiga, cuerpo seco,
donde para cantar se pierde el miedo.


(La Bullonera - Mª Pilar Navarrete)

1 comentario:

Isabel Tejada Balsas dijo...

Por la tristeza van callándose,
camino abajo los almendros;
de tanta soledad, plegándose
los montes sobre el suelo.
[...]
Es hondo tu silencio de olivares,
hondo el ocaso entre tus huesos;
hermosa hasta en el cierzo y en el hambre
y en el oscuro verso.


Uff...