Estoy sentado y humedecido mecido por mis calores
y las aguas traspasan mis oídos traslúcidos
No aprenderé las palabras que me están rozando
ni desliaré mi lengua de debajo de mis pisadas
Pienso seguir así hasta que el agua se alce
hasta que mi piel desprendida deje sueltos los ríos

(Vicente Aleixandre)



21 de febrero de 2011

De nosotros queda sólo una casa malvendida.
Los arquitectos no saben de amor,
como tú dibujan planos
donde sólo permanece
lo que jamás se habita.


(Jordi Virallonga)

4 comentarios:

galmar dijo...

Hay una película, atando cabos, que me ha venido a la cabeza al leerte, me gustó mucho cuando la vi, de hecho, la tengo en el portátil, y el otro día estuve viendo unas imágenes, pero me quedé con ganas de verla entera en cuanto tuviese tiempo:) buen día:)

a roja dijo...

y.. qué peli es? bo día :)

Ángel Zamora dijo...

... Pobres aquitectos... Supongo que ellos también llenarán de amor aquellas casas que habitan...

Hay construcciones que son algo más que ladrillos, unos sobre otros... ¿no te parece?

Dr. Flasche dijo...

eso digo yo, pobres arquitectos!

mira a caratraba, en el banquillo!