Estoy sentado y humedecido mecido por mis calores
y las aguas traspasan mis oídos traslúcidos
No aprenderé las palabras que me están rozando
ni desliaré mi lengua de debajo de mis pisadas
Pienso seguir así hasta que el agua se alce
hasta que mi piel desprendida deje sueltos los ríos

(Vicente Aleixandre)



7 de noviembre de 2011

he vuelto a ver nacer los sembrados
y los pinos me han ofrecido su olor
(desde lejos también la higuera)

he leído la tristeza de ese perro en su posición
(siempre junto a la puerta de la valla)

he sentido el frío en la cara
y me ha cegado el sol que ya no levanta

he visto a las grullas volver con nosotros
y al cenizo vestirse de morados, rojos y naranjas

l l u e v e

estoy triste como ese perro

3 comentarios:

galmar dijo...

Yo también, un abrazo

Isabel Tejada Balsas dijo...

perra tristeza

Anónimo dijo...

Mi perra era la perra más triste del mundo desde que dejamos Laponia. Ahora parece que menos, desde que hace más frío. Abrazos