Estoy sentado y humedecido mecido por mis calores
y las aguas traspasan mis oídos traslúcidos
No aprenderé las palabras que me están rozando
ni desliaré mi lengua de debajo de mis pisadas
Pienso seguir así hasta que el agua se alce
hasta que mi piel desprendida deje sueltos los ríos

(Vicente Aleixandre)



12 de junio de 2012

The anguish of departure, 1914 (Giorgio de Chirico)

Habitación de Hotel, 1931 (Edward Hopper)

Misterio y melancolía de una calle, 1914 (Giorgio de Chirico)

3 comentarios:

a roja dijo...

Este ambiente “metafísico” parece estar construido sobre una tensión latente o difusa que impregna la presencia física de ciertos lugares en su mayoría insignificantes reforzados por la quietud, el relativo silencio y cierta desolación. Así, la luz dominante suele ser de importancia decisiva, como si el aire empezara a hacerse visible y el tiempo se manifestara de una manera peculiar, física, como si los detalles constituyentes irradiaran, como si pudiéramos contemplar el tiempo que ha fluido desde su origen.

Estos son lugares donde la quietud adopta un inquietante efecto: la presencia plena del vacío .

Es este carácter “casual” e inusual en la realidad el que de pronto es percibido como más real, y a menudo incluso la ausencia de la presencia humana (o más bien, las huellas de presencia humana) es la que crea una condensación en el tiempo que es poética en su naturaleza.

(Bruno Jacobs)

a roja dijo...

De Chirico, Hopper, Bacon, etc., en pintura, ya habían abierto los caminos vacíos del silencio, de lo deforme, que significan en negativo, por lo que falta más que por lo que ofrecen.
Rossi mismo lo explica excelentemente en sus
reflexiones escritas: la arquitectura vacía, sin nadie, me revela paradójicamente su auténtico significado arquitectónico de estar creada para llenarse; cuando está llena no me doy cuenta de su capacidad de significación, que se da justamente sólo cuando está habitada. Paradoja estética que se desvanece si la miramos epistemológicamente, pero que aquí es mejor dejar así, en la quimera del silencio, que, justamente por ser silencio, persuade arquitectónicamente de que es un lugar humano.
(Josep Muntañola)

a roja dijo...

luz, quietud, silencio, vacío, ..