El 6 de marzo de 2010 escribía: cuando se oye el tren, llueve; pero es más bien: cuando llueve se oye el tren.
No lo entendía ya que la lluvia viene del sur y los trenes están al norte.
Ayer, mientras corría en el parque lo comprendí. Se vio el rayo y todo siguió en calma, pero luego se oyó el trueno y todo el viento corrió hacía él.
12 de junio de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario